Hay que ver como la aparición de Internet ha supuesto una gran renovación de muchos conceptos que hasta ahora utilizaba el hombre. Hoy en día palabras como navegar, red, hiperenlaces, links, etc. están a la orden del día i hace unos años tenían otras connotaciones muy diferentes o no existían en el vocabulario fuera del círculo científico.
Hoy quiero hablar de un concepto muy interesante que se vio renovado hace pocos años. Me refiero al concepto de The Long Tail (La Larga Cola). Anteriormente era utilizado con normalidad en estadística para poner en relación la distribución de la riqueza o el uso del vocabulario pero llegado el 2004 este concepto se aplicó novedosamente a Internet.
Con la aparición del nuevo medio han cambiado las leyes de distribución y las reglas del mercado apareciendo así un nuevo modelo de negocio que hasta ahora era obsoleto. Para poder definirlo Chris Anderson se apoyó en La Larga Cola para explicar este fenómeno. Ésta consiste en que hay poca gente en el mundo (pero que suman un gran nombre de posibles clientes/usuarios) a la que le interesan unos determinados temas o productos. Aquí aparece una línea alternativa de negocio al ya conocido negocio de focalizar las ventas o protagonismo de los superventas.
Es decir, el tradicional esta centrado en el alto rendimiento de pocos productos (Madona, Bruce Springsteen, etc en el caso de la música) y la nueva fuente de mercado esta centrado en la suma o acumulación de todas las pequeñas ventas de muchos productos (grupos musicales amateurs por ejemplo) que en conjunto puede igualar o superar el primero.
Para extrapolar el fenómeno seria consultar The Washington Post (mucho rendimiento de pocos productos) o consultar el Blog acerca de política de un señor de Louisiana (poco rendimiento de muchos productos –blogs- como éste que puede llegar a superar la audiencia de The Washington Post).
¿Qué relación tiene todo esto con La Larga Cola? Pues que el antiguo mercado de masas y el nuevo nicho de mercado quedan representados por la cabeza y la cola de la conocida gráfica de distribución estadística.
La venta de productos que no son superventas pero que en su acumulación pueden llegar a superar a éstos hace que, gracias a Internet, los prosumers puedan comprar y vender lo que les apetezca sin presión social o dificultad de encontrar aquello tan concreto o especial que buscan.
Hay que tener en cuenta que Amazon obtiene entre el 25 y 30 % (el 57% según algunos estudios) de sus ingresos de la venta de los libros que no son los habituales superventas. El 20% de las películas en DVD que alquila Netflix son documentales, películas de serie B, para minorías, etc., no las películas populares. Las estadísticas de la compañía Rhapsody, que permite descargar música por suscripción, muestran que un 22% de sus ventas provienen de canciones que no se escuchan en los medios de comunicación normales.
Y sino, preguntémosle al todopoderoso Google si podemos comprar un vinilo de Bonet de San Pedro. He ahí la respuesta: http://www.todocoleccion.net/bonet-san-pedro-carita-angel~x15127489
Hoy quiero hablar de un concepto muy interesante que se vio renovado hace pocos años. Me refiero al concepto de The Long Tail (La Larga Cola). Anteriormente era utilizado con normalidad en estadística para poner en relación la distribución de la riqueza o el uso del vocabulario pero llegado el 2004 este concepto se aplicó novedosamente a Internet.
Con la aparición del nuevo medio han cambiado las leyes de distribución y las reglas del mercado apareciendo así un nuevo modelo de negocio que hasta ahora era obsoleto. Para poder definirlo Chris Anderson se apoyó en La Larga Cola para explicar este fenómeno. Ésta consiste en que hay poca gente en el mundo (pero que suman un gran nombre de posibles clientes/usuarios) a la que le interesan unos determinados temas o productos. Aquí aparece una línea alternativa de negocio al ya conocido negocio de focalizar las ventas o protagonismo de los superventas.
Es decir, el tradicional esta centrado en el alto rendimiento de pocos productos (Madona, Bruce Springsteen, etc en el caso de la música) y la nueva fuente de mercado esta centrado en la suma o acumulación de todas las pequeñas ventas de muchos productos (grupos musicales amateurs por ejemplo) que en conjunto puede igualar o superar el primero.
Para extrapolar el fenómeno seria consultar The Washington Post (mucho rendimiento de pocos productos) o consultar el Blog acerca de política de un señor de Louisiana (poco rendimiento de muchos productos –blogs- como éste que puede llegar a superar la audiencia de The Washington Post).
¿Qué relación tiene todo esto con La Larga Cola? Pues que el antiguo mercado de masas y el nuevo nicho de mercado quedan representados por la cabeza y la cola de la conocida gráfica de distribución estadística.
La venta de productos que no son superventas pero que en su acumulación pueden llegar a superar a éstos hace que, gracias a Internet, los prosumers puedan comprar y vender lo que les apetezca sin presión social o dificultad de encontrar aquello tan concreto o especial que buscan.
Hay que tener en cuenta que Amazon obtiene entre el 25 y 30 % (el 57% según algunos estudios) de sus ingresos de la venta de los libros que no son los habituales superventas. El 20% de las películas en DVD que alquila Netflix son documentales, películas de serie B, para minorías, etc., no las películas populares. Las estadísticas de la compañía Rhapsody, que permite descargar música por suscripción, muestran que un 22% de sus ventas provienen de canciones que no se escuchan en los medios de comunicación normales.
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